Ser útil más que atendido

Fran Sardón
Toda una larga trayectoria dedicada a defender los intereses del sector de la discapacidad. Primero desde Aspaym, asociación de la que fue socio fundador y, posteriormente y en la actualidad, como presidente de Predif estatal (discapacidad física) y del Comité Autonómico de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad de Castilla y León (Cermi). Organización esta última para la que este vallisoletano, licenciado en Historia, ha sido reelegido para otros tres años, el máximo posible al frente continuado de una organización del sector.

En esta nueva etapa, Francisco Sardón se marca como objetivo más inmediato el da a conocer el comité al que representa. «Es importante para nosotros darnos a conocer, explicar las necesidades del sector, que además son cambiantes no estáticas, a los nuevos grupos político», explica. Defiende además que el Cermi defiende a más de 180.000 personas en Castilla y León, que tienen que ser visibles, «también para otras organizaciones que defienden a grupos minoritarios, de inmigrantes o colectivos excluidos... con Cáritas, Cruz Roja... porque tenemos puntos de encuentro en la defensa de los más vulnerables»..

En esta nueva etapa, Cermi trabajará en potenciar la Estrategia de Atención al Alumnado con necesidades especiales. «Que haya accesibilidad a un sistema educativo de calidad y con continuidad con los apoyos necesarios para cada persona. Para que sea posible encontrar empleo hay que estar formado, tener una cualificación favorece la empleabilidad, aumenta las posibilidades y reduce o elimina cualquier rechazo; así como en «mantener las políticas activas de empleo. La intensidad de apoyo a los centros especiales de empleo es más que necesaria. Desarrollar e implantar las cláusulas sociales en los contratos públicos y aumentar y mejorar la comunicación con las empresas privadas y el sector de la discapacidad». A este respecto destaca que la Junta «sí cumple bien con la reserva del 10%. Ahora queremos introducir una novedad y es la de dedicar un porcentaje de ese 10% para las discapacidades intelectuales. Está por cerrar, pero hemos pensado que sea en torno al 2% y, si no se utiliza, retornaría a su uso por cualquier otro tipo e discapacidad».

En cuanto al modelo que defiende el Cermi, va más allá del de derechos en forma de atención porque «las personas con discapacidad quieren participar, actuar en todos los niveles, en trabajo, estudios, ocio... vivir como los demás, con instrumentos que ayuden a ello, pero aportar, tener trabajo y ayudas;pero mis atenciones me las busco yo. Las ayudas hacen falta porque mis necesidades vitales son más caras que la de otras personas sin una silla de ruedas, pero quiero y debo devolver a la sociedad, revertir. El sistema de préstamo de servicios debe ser sostenible».

Destaca también el reelegido presidente que la atención en el medio rural «precisa de la disposición de una buena red de servicios, hay que aprovecharla bien nutrida y profesional. A la hora de reordenar el territorio esto es básico también para evitar la despoblación. El 46% de las personas con discapacidad vive en el medio rural y quiere hacerlo así».

Y, respecto a la cuestionado y, por otros, aplaudida, ayuda vinculada de la Ley de Dependencia, Sardón destaca que «lo fundamental es mejorar las cuantías económicas para contratar servicios, algo que los recortes han dificultado mucho. Ahora, con los indicios de mejora, deberían aumentar las cuantías. Es importante además que las prestaciones sean, y lo son, compatibles en los diferentes grados. Yo soy un defensor de lo público; pero también de que las entidades sociales hagan su papel, aporten. Otra cosa son las empresas privadas. En estos casos debe de haber un control de calidad por parte de la administración, es decir, garantizar calidad y precio. Un Gobierno autonómico no puede tener todo, todo, público, el concierto con garantías y control público está bien. Creo que puede haber un sistema mixto».

Por último, en estos próximos años, Sardón quiere dar un impulso definitivo a la figura del Asistente Personal: «Queremos que Castilla y León sea pionera en el desarrollo del asistente personal. Va lento porque la administración tiene sus tiempos y porque es la gran desconocida. Los dependientes no saben bien ni para qué les sirve y el trabajador social no la impulsa tampoco por desconocimiento. Sin embargo, es la gran apuesta de futuro, junto a los modelos institucionalizados».

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