El Ejecutivo británico ha retirado los recortes más polémicos a las prestaciones para personas con discapacidad que anunció en marzo, pero no ha anulado otros que entrarán en vigor el próximo año, lo que provoca preocupación entre los afectados.
A partir de abril de 2017, los beneficiarios de la Prestación de Apoyo al Empleo (ESA, por sus siglas en inglés), que perciben aquellos que tienen una incapacidad laboral transitoria debida a una discapacidad o enfermedad, verán reducido el montante de ésta de las 102 libras esterlinas que perciben actualmente a 72 libras semanales (de 130 a 91 euros), según ha publicado el diario ‘The Guardian’.
Ese recorte afecta en torno a medio millón de personas en el Reino Unido y podría suponer un ahorro para las arcas públicas de ese país de 1.400 millones de libras esterlinas (1.785 millones de euros) en el período 2017-2020, una medida que el Ejecutivo de ese país considera como un “incentivo” para que las personas afectadas busquen empleo cuando su salud se lo permita.
DIFICULTADES ECONÓMICAS
Sin embargo, el Consorcio de Prestaciones por Discapacidad, una plataforma que aglutina a 60 organizaciones sin ánimo de lucro británicas que defiende un sistema de prestaciones sociales justo, denuncia que reducir el montante de la Prestación de Apoyo al Empleo supondrá dificultades económicas para los beneficiarios de la misma.
Según una encuesta de esta plataforma, el 69% de los afectados afirman que ese recorte puede tener consecuencias en su salud y el 45%, que incrementará el tiempo que necesitarán para volver a trabajar. Un tercio de los encuestados se quejó de que el montante actual de la prestación no soluciona sus dificultades para costear bienes básicos como la alimentación y el 70 por ciento dijo que tendrán problemas para pagar las facturas si se reduce el montante de esta ayuda.
“Estos recortes se han aprobado con la idea errónea de que estas personas están en condiciones de volver a trabajar”, señala Phil Reynolds, presidente del Consorcio de Prestaciones por Discapacidad. “Creemos que recortar sus prestaciones no es un incentivo para que se reincorporen al mercado laboral”, agregó.
Jacqueline Bell, de 51 años, diagnosticada con enfermedad pulmonar obstructiva crónica a los 35 años, es una de las beneficiarias de la Prestación de Apoyo al Empleo que podría verse afectada por esta medida. Tras trabajar 28 años, está en paro después haber perdido sus dos últimos empleos, debido a las bajas laborales ocasionadas por su dolencia.
“He trabajado hasta que mi enfermedad me lo ha permitido. Me gustaría volver a hacerlo y tener una vida normal, pero ¿quién me va a contratar en estas condiciones?", se pregunta Bell.
Fuente: http://www.teinteresa.es/espana/DISCAPACIDAD-RECORTES-SIGUEN-PREOCUPANDO-PERSONAS_0_1551444865.html
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